De pronto aparecen dos excursionistas. Las criaturas del bosque los rodean y les cuentan sus problemas. "Tenemos hambre", "estamos cansados y débiles", "nuestros bebés están enfermos", se quejan los animales y las plantas. "¿Podrían ayudarnos?" preguntan todos. Los excursionistas mueven la cabeza afirmativamente. "Sí", contesta uno de ellos. "Yo creo que sé cuál es el problema", les dice. "Es la lluvia ácida".